¡El mejor camarero del mundo! Asesoría profesional para camareros, mozos, meseros, garzones y saloneros. Porque no todo es sobre cantineros y cocineros.

domingo, 30 de enero de 2011

Camarero paspado

Ansaldi y el día a día de una temporada que dejo huella en la mente de muchos camareros de la vieja escuela:

Hotel Mantra- Punta del Este- Uruguay. Temporada 2011.

Semana 3 (en dolares)

15/01   $16
16/01   $22
17/01   $35
18/01   $41
19/01   $63
20/01   $50
21/01   $23

Observaciones:
  • El maitre me dijo que le pague 200 por semana o me cambia de plaza. O sea, me cambió de plaza. Nunca le daré una moneda  a un maitre. ¿Sabías que la traducción de maitre es maestro? Ja.
  • Después de más de tres temporadas aquí, descubro que las copas son Riedel.
  • Tomando el pedido a una mesa de italianos y escuchandolos hablar (gritar) entre ellos, reflexiono acerca de por qué los argentinos valemos menos que el capuchón de una birome.
  • El camarero en este nivel de servicio de alta gama debe ser invisible. Presentarse con el nombre ante el comensal es de una sandez inaceptable. Ser maestros de la cortesía y sutiles vendedores. El valor agregado y la empatía, nuestras obsesiones.
  • Hace cuatro días que tengo el culo y las bolas paspados. ¡Gracias por la maicena, Chicas de pastelería! 
  • Un abrazo a mi amigo de Alicante, El camarero fiel. Intercambiar experiencias en este oficio imposible e ingrato es muy gratificante.
  • Compartir el salón con un camarero de medias blancas es como jugar al fútbol en calzoncillos y descalzo. Te envileces y envileces a los que te rodean.

martes, 18 de enero de 2011

Un francés dejó propina

Bitácora de Maestro Ansaldi en su mejor temporada laboral:

Hotel Mantra- Punta del Este- Uruguay. Temporada 2011.

Semana 2 (en dolares)

08/01   $114
09/01   $102
10/01   $103
11/01   $194
12/01   $62
13/01   $141
14/01   $32

Observaciones:

  • Me hartó la música del restorán. Todo el maldito día escuchando esa Bossa n´Stones horrible.
  • La hija de Marcelo Tinelli me ordenó una milanesa infantil con fritas. Le llevé la milanesa toda cortadita en trocitos como sólo yo sé hacerlo. Marcelo se sorprendió con mi actitud de servicio y me felicitó.
  • Rallando Queso (adicional plaza 8) reflexiono acerca de que el ser humano debería adoptar el hábito de caminar por la derecha como hacemos nosotros los camareros y los autos. Siempre por la derecha. Así nadie se choca con nadie.
  • ¿Por qué lado caminan los camareros ingleses?
  • Le gané una apuesta al sommelier del restaurante. Él me decía que el Jack Daniel es bourbon y yo le decía que no. Me trajo la botella y me señaló donde decía la palabra "bourbon". Perdón, le dije, lee bien, allí dice: is not bourbon, is not Bourbon.
  • Le llevé a Iván de Pineda una schweppes, pero antes se la agité brutalmente. Lo mojé todo. Completamente. Me cae bien Iván de Pineda.  No sé por qué hice lo que hice. Es la segunda vez, en toda mi carrera, que lo hago. Escupir café o comida nunca. Jamás.
  • Esta semana un cliente francés sonrió y dejó propina. No fue en mi plaza, pero me parece un hecho como para resaltar. 

domingo, 9 de enero de 2011

Cocineros mudos, camareros locuaces

Maestro Ansaldi y una temporada extraordinaria:

Hotel Mantra- Punta del Este- Uruguay. Temporada 2011.

Semana 1 (en dolares)

01/01   $3
02/01   $12
03/01   $187
04/01   $99
05/01   $85
06/01   $120
07/01   $89

Observaciones:
  • Alto nivel de clientes. Punta del Este es la ciudad waiter friendly por excelencia.
  • Un huésped quería tomar "sólo" una copa de vino tinto y una entradita ligera. Se terminó tomando un Primus Malbec, y comió entrada, plato principal y postre. Soy terrible.
  • Me olvidé un plato de un pedido de 8. Un bife de chorizo bien cocido. ¿Por qué no me olvidaré alguna ensalada? Tuve que aplicar mucha sonrisa y culpar a la cocina, por supuesto.
  • La recepcionista es asombrosamente hermosa. Tiene mal aliento. Creo que le falta un molar.
  •  Antonio del Rúa me reconoció. Lo atendía cuando él era habitué en el Hostal del Canigó de Joan coll.
  • Durmiéndome de parado en mi plaza reflexiono acerca de que los cocineros deberían ser mudos y los camareros deberían ser locuaces.
  • Les dejé 150 dolares a los cocineros como propina por la semana. Me aman. Los mozos me odian.