Maestro Ansaldi y la creación de datos útiles para sus compañeros camareros:
"Brigada, les recuerdo que nuestro servicio comienza cuando le abrimos la puerta al cliente y lo ubicamos en su mesa. Le damos a elegir la mesa que desee o prefiera. Si esta estuviera sucia, se limpia y se viste rápidamente para que nuestros amiguitos se sienten. El saludo de bienvenida puede ser: "buenas noches, bienvenidos ¿cuantas personas van a ser?" Eso de "¿Qué será?" borrárselo de sus cabezas porque queda horrible. ¿Qué será? ¿Qé será, qué? No sean tan faltos de vocabulario, por favor; y cuando un cliente les diga, "te puedo hacer una pregunta?", no contesten, "si, dos" es algo espantosamente ordinario. He echado mozos por eso; no me gustaría que te vayas tú, Vladimiro Galera, por una tontera así, ¿No?
No sonrían tanto, tan artificialmente con el cliente porque sino dejaran una sensacion de falsedad evidente. Tampoco se agachen tanto. Tengan dignidad. Siguiendo con el tema, entonces el mozo se acerca a la mesa elegida y corre las sillas un poco hacia atrás. Si los clientes tuvieran sacos, nos ofreceremos amablementes (¿Me permite, por favor?) para acomodar el saco en el perchero correspondiente y no olviden de retirar el servicio de mesa que sobre".